La vida te da, la vida te quita... esta última noticia que me has dado no querría haberla recibido nunca. Te veía muy echao palante como se suele decir: un valiente de pura cepa. Muchas gracias por haberme hecho disfrutar con tus programas. Gracias a ti hice mi primera quiche y mi primer pastel de carne. No te conocí personalmente pero te he considerado un gran profesional y amante de su trabajo. No puedo escribir más, tu muerte tan inesperada me sobrecoge. Me has dado sin querer una receta por última vez: disfruta de los tuyos y sobre todo vive cada día porque puede ser el último. Adiós Darío, descansa en paz. Siempre quedarán en mi memoria tu espíritu libre y el afán de superación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario